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lunes, 15 de julio de 2013

LA INICIACION (The initiation, 1984)



 

La sangrienta noche de las novatadas

¡Hola amigos ochenteros! Vamos a hacer hoy un viaje en el tiempo hasta 1984 para hablar de uno de los más desconocidos slashers que surgieron a la sombra de "Halloween" o "Viernes 13" y que quisieron aprovechar el tirón comercial de estas películas de terror adolescente. Hoy el blog tiene el honor de presentaros "La iniciación", una entretenida cinta que no es de las más famosas pero que complementa a la perfección el subgénero slasher ochentero.

Kelly (interpretada por la actriz Daphne Zuñiga, famosa por el culebrón juvenil "Melrose Place") es una chica de 18 años que acaba de ingresar en la Universidad y que quiere formar parte de una de esas absurdas hermandades típicamente norteamericanas en la que quince tías viven en una casa comportándose como zorrupias y organizando fiestas. El tema está en que Kelly sufre una extraña y recurrente pesadilla que la atormenta y que más adelante descubriremos que se trata de un recuerdo reprimido sobre un traumático hecho de su infancia. Sin embargo, mientras la joven se hace la interesante y la depresiva por culpa de esta pesadilla (La cual da juego en la historia y aporta un toque fresco y original a la trama) se une a un grupo de chicos y chicas salidos como el pico de una plancha para pegarse una noche de juerga en un centro comercial. Lo que debería ser una novatada típica de iniciación de hermandad acaba en baño de sangre cuando un misterioso asesino irrumpa en el centro comercial provocando una matanza de adolescentes. ¡Oh que novedoso! Pero si este argumento es súper original y sorprendente ¿Verdad? jajaja

La película, tal y como uno sospecha desde el primer momento, es predecible y se limita a copiar a otros slashers añadiendo pequeños toques personales pero siguiendo muy de cerca todas las pautas marcadas por otros títulos anteriores a este: "Siete mujeres atrapadas", "El asesino de Rosemary", "San Valentin sangriento", etc... 
Sin embargo, a pesar de resultar bastante simple en su contenido, estamos ante un más que correcto slasher que ningún coleccionista de este subgénero debería perderse por como abarca los clichés típicos de estas películas y la manera en la cumple a rajatabla las normas básicas de este cine. La gran virtud de "La iniciación" son que se trata de una propuesta entretenida y directa, hecha para fans del slashers y fácilmente del agrado de aquellos que hayan disfrutado con películas como las anteriormente mencionadas. El resto es todo del montón: interpretaciones, BSO, fotografía, nivel gore... Realmente no estamos ante una película cuyos crímenes sean especialmente violentos o sangrientos (exceptuando el de la chica que muere gritando por el megáfono), ni tampoco hay un alto nivel de tensión y suspense que le de una atmósfera verdaderamente malrollista. Los personajes son planos y tópicos: jóvenes cachondos haciendo el chorra y copulando como animales en celo, el guión es un batiburillo de títulos slashers y exceptuando el inesperado y tramposo final no hay sorpresas ni giros interesantes. Es una película que va al grano y que ofrece lo que se espera de ella; no hay más. Resulta visible y en un ciclo de slasher ochentero tendría su hueco por derecho propio, pero también da la impresión de que la historia está en ocasiones desaprovechada. Hasta la parte final no hay más acción y emoción y muchos de los asesinatos son fuera de cámara o tan ligeros que no impresionarían a nadie mayor de 12 años. El escenario del centro comercial podría haber dado aun más juego y habérsele sacado más partido (Como hicieron en "Killbots", una joyita de 1986) y también podrian haber aumentado el nivel de suspense y el gore en las muertes de los protagonistas. Pero sin embargo, a pesar de estos fallos o de su contenido escaso de original, "La iniciación" acaba resultando una película que, aunque mejorable, está en un buen puesto de slashers ochenteros y merece la pena echarle un par de vistazos. Correcta y entretenida, sin más.

NOTA: 6/10


 (Reunión de hermanas)

(Soy la virgen, así que tengo que salvarme)





(Imprescindible escena de pechugas)



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