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miércoles, 22 de enero de 2014

TERROR SIN LIMITE (Absurd, 1981)




La falsa secuela de "Gomia" es un divertimento salvaje

 

En 1981, tan solo un año después de la burra y cafre Gomia, terror en el mar Egeo, el italiano Joe D'Amato se puso tras las cámaras para rodar una nueva película de terror que a día de hoy muchos consideran una secuela de la primera; a pesar de que no lo es. Comparten director y protagonista (el altísimo y cachas George Eastman, aquí sin maquillaje deforme pero muy imponente en su papel) pero por lo demás son historias independientes que no tienen relación alguna. "Terror sin límite" es una bizarrada con la que te lo pasas pipa y desde aquí os la recomiendo por los diversos motivos que comentaré a continuación.

Primero decir que la película homenajea descaradamente (o incluso plagia en ciertos aspectos) a "La noche de Halloween" de John Carpenter. La historia narra como un tipo que ha sufrido un montón de experimentos ejerciendo de cobaya humana escapa de los laboratorios donde investigaban con él y organiza una sangría en una escalofriante noche de terror y muerte. Resulta que el asesino no es ni más ni menos que George Eastman que ya da miedo de por si por su estatura y complexión física; pero es que además es una máquina de matar indestructible ya que su piel y sus órganos se regeneran debido a los experimentos que lleva encima. Por otro lado tenemos a una dulce niñera de aspecto virginal (La nada virginal Annie Belle, mito erótico de la época y guarra actriz de turno en numerosas pelis calentorras) que cuida a un niño pequeño y a su hermana adolescente que está postrada en una cama por enfermedad. Y de remate hay un sacerdote al que ni la policía ni los científicos hacen caso cuando advierte del peligro y que deberá buscar por su cuenta al asesino para detenerle (rollo Doctor Loomis total). En medio de todo este embrollo "Terror sin límite" ofrece una considerable sangría, sustos, intriga y todos los clichés arquetípicos del cine slasher de los 80.

Al igual que sucedía en "Gomia, terror en el mar Egeo" la película peca de unas actuaciones bastante flojas y desacertadas (algo común en el terror italiano) y la dirección de D'Amato es un tanto irregular. Además, tiene un aire verdaderamente cafre e independiente; de película de bajo coste hecha con medios muy limitados y técnicamente se ve algo pobre. No hay espectacularidad de ningún tipo y se nota que tenían un presupuesto escaso pues a veces da la sensación incluso de película amateur. Sin embargo, ese aire casposo que rezuma aroma a videoclub ochentero le da un sabor especial a "Terror sin límite".

Incluso con sus defectos no deja de ser una peli que merece la pena al menos un par de visionados. Se trata de uno de esos placeres culpables que sólo los amantes del terror y la serie B somos capaces de disfrutar dejando los prejuicios a un lado. Porque es cierto que tiene una historia en absoluto original y que carece de toda sorpresa (tal y como dije antes en un exploit italiano de "Halloween") y que las actuaciones son de obra de teatro de fin de curso de colegio de primaria. Y luego están esos planos tan horteras y que han quedado ya obsoletos, con una dirección pasada de moda y que nada tiene que ver con lo que se hace hoy en día. Pero no deja de resultar un título bastante entretenido, que consigue distraer y divertir al espectador gracias a su condición de divertimento libre de pretensiones. "Terror sin límite" es una película para nostálgicos ochenteros, para amantes del gore artesanal (no es súper sangrienta pero el director se reserva un par de momentos bizarros con buena casquería) y para fans del cine fantástico de serie B italiano. 

El punto fuerte de la peli es su genial B.S.O. totalmente clásica, llena de melodías con sintetizadores y con esa musiquilla que te pone de los nervios en las escenas de tensión y juega un papel decisivo en la historia. Verdaderamente me encantó la B.S.O. y me recordó bastante a algunas de las que sonaban en pelis de Lucio Fulci de esa misma época, con ritmos que transmiten muy mal rollo y tienen ese tono musical 100% ochentero que hacen que la gente como yo disfrute como un enano. Además, D'Amato (que aquí se acredita con el seudónimo de Peter Newton) se permite el lujo de brindarnos algunas escenas de suspense muy bien resueltas que elevan el nivel de la película. "Terror sin límite" es un título un poco cutre pero no deja de ser recomendable, sobre todo para aquellos que disfrutan con los clásicos ya olvidados que durante años estuvieron cogiendo polvo en las estanterías de los videoclubs. Entretenida, con buenas dosis de sangre (esos efectos de maquillaje que parecen acuarela jajajaja) y violencia, algunas escenas de tensión y los tópicos más característicos del slasher de toda la vida. 


NOTA: 7/10








(George Eastman, sobreactuando como siempre)







1 comentario:

  1. Veo que al final no te fue muy difícil localizarla, jeje, me alegro...

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